Hacer memoria es una invitación a construir el tiempo; es recordar y estudiar el pasado pensando en el significado que le hemos otorgado, dar un nuevo sentido al presente y proyectar la construcción del futuro. La vida se compone de recuerdos y de oportunidades para hacer memoria, porque en base a ella se configura el sentido de la propia existencia. No obstante, el tiempo, el espacio, los objetos y las relaciones, como aspectos básicos de la memoria, tienen un sentido distinto cuando se ha vivido el conflicto armado. La oportunidad de hacer memoria se convierte, entonces, en un ejercicio de resistencia, en tanto la reconstrucción de la historia es un mecanismo para el reconocimiento del derecho a la justicia y a la reparación.